La psicologí­a de la primera impresión y 3 consejos para dominarla

Toda tu vida te han dicho que las primeras impresiones son de lo más importantes, pero me he dado cuenta que son pocas las personas que en verdad saben lo significativas que son.

No importa si seas de los que mueve montañas para causar una buena impresión o si eres de esos a los que no les importa un comino. Lo que sí sé, es que vas a dejar una primera impresión en todas las personas que conozcas, ¿entonces por qué no mejor procurar que sea una buena?

Según varios estudios se ha comprobado que la persona promedio tarda sólo una décima de segundo en formar una impresión de ti. Esta impresión se procesa por medio de miles de señales visuales, orales y táctiles. De esta manera la mente decide, en lengua empresarial, si eres un “activo” o un “pasivo”.

¿Es algo impactante no crees? Que todo lo que representas pueda ser malentendido sólo por una décima de segundo en la cual no te comportaste a la altura. Pero eso no es todo, incluso hay estudios que afirman que puede tomar hasta seis meses de contacto constante con una persona para que cambie la primera impresión que obtuvo de ti.

¿Entonces cómo podemos proyectar una buena impresión?

Para esto tenemos que recurrir a la sociología. La mayoría de los expertos en el campo están de acuerdo en que la mayoría de las personas valoran a alguien cálido, confiable, interesante, amable y atractivo.

Para explicarlo de una manera más fácil, a la gente le gusta rodearse de personas que puedan aportar algo de valor y que no solamente sean una carga más a sus vidas. Aquí te dejamos 3 consejos que debes llevar a la practica si quieres causar una buena impresión ante los demás.

Escucha más de lo que hablas

¿Alguna vez te has encontrado en una de esas conversaciones en donde la otra persona parece un disco rayado? Ya sabes, ese tipo de platicas en donde terminas conociendo hasta la marca de purina con la que la otra persona alimenta a sus perros. Es algo muy fastidioso y es una gran manera de alejar a los demás y causar una muy mala impresión.

Si quieres causar una buena impresión ante los demás tienes que cambiar de perspectiva. Causar una buena impresión no depende de lo que hagas o digas, sino de lo que le hagas sentir a la otra persona. Así que interésate profundamente por los demás, después de todo, ¿a quien no le gusta sentir que su presencia es valorada?

Cuida tu lenguaje corporal

No sé si lo sepas, pero la comunicación humana es 20% verbal y 80% no verbal así que puedes estar diciendo maravillas, pero si tu cuerpo no proyecta lo mismo que lo que estás diciendo, de nada habrá servido.

Siendo honesto, todos nos sentimos un poco incomodos cuando conocemos a alguien nuevo, así que no hay porque sentirte nervioso. En vez de preocuparte por causar una buena impresión, mejor preocúpate por algo concreto. En este caso, por mantener control sobre lo que proyecta tu cuerpo.

Dale vida a tus palabras

Seré directo, si te vuelves a encontrar a una persona que conociste hace un año y no te reconoce, no es culpa de la memoria de la otra persona, es culpa tuya por no haber agregado el suficiente valor como para ser recordado.

Cuando hables con alguien, busca la manera de agregar vida a tus palabras. Por ejemplo, si alguien te pregunta a que te dedicas y eres dentista, en vez de decir lo típico “soy dentista”, mejor di algo que sea recordado. Algo así como “me dedico a que la gente se vea bella sonriendo”. Eso es mucho más llamativo y en vez de ser recordado como “el dentista” serás recordado como la persona carismática con la que se puede entablar una conversación divertida.

Recuerda, una buena impresión no sucede al azar y sólo tú tienes el control de proyectar la imagen que en verdad deseas.

Fuente : Escuela de Millonarios